viernes, 5 de septiembre de 2008

El hombre objeto: escabel

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Escabel

(Quizá del cat. ant. escabell, y este del lat. scabellum).

1. m. Tarima pequeña que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien está sentado.

Entre los usos que pueden obtenerse de un hombre solícito, uno de los más relajados y gozosos es el de escabel. Acompaña normalmente tardes o mañanas ociosas, en la que una gusta de estar leyendo o viendo la tele, inmersa en una dejadez indolente, sin nada más que hacer que dejar pasar las horas.

Por supuesto, la casa tiene que estar limpia y ordenada –sin exceso, no soy una maniática en ese aspecto-, y por ello le prevengo a mi chico que aligere en sus tareas, que lo requiero libre de cargas. Los móviles y demás comunicaciones con el ruidoso exterior han de estar silenciados; en mi mente he colgado el cartelito de “no molestar”. Quiero tranquilidad y disfrutar sin interrupciones de mi poder de reina de los días de mi cariñoso súbdito.

Una vez creadas las condiciones, me siento en el sofá, rodeada de libros, revistas, el mando de la tele y algunas chuches... un zumo o un batido también son complementos bienvenidos ¿Todo listo? Bien, es el momento de llamar a mi mueblecito obediente.

Norma fundamental: tiene que estar desnudo y aún más, sentirse desnudo. Así, cuando pongamos nuestras piernas o pies sobre su espalda, podremos percibir su entrega, su estremecimiento agradecido de ser útil en estos momentos. En ocasiones, puede ser divertido vendarle los ojos y/o atarle el sexo con una larga cinta de raso (que en su extremo, llegue a nuestra mano...), pero no es imprescindible.

No mostremos interés en su erección ni en su cuerpo: para que la transformación en escabel sea perfecta, han de resultarnos sus reacciones y sus encantos transparentes: es un precioso mueble, nada más, y él ha de saber que es así, para que adopte la postura y la paciencia precisa para no moverse en un largo rato. No es momento de excitación, si no de relajación.

Porque colocado en la posición que más nos convenga – normalmente, recogido sobre sí mismo, ofreciendo su espalda como apoyo, o tumbado boca arriba o boca abajo, según nos de el capricho-, tiene que permanecer así justamente el tiempo que precisemos. Es muy importante este punto, pues para un relax sosegado, hemos de olvidarnos de él y concentrarnos en nuestra lectura o en la peli que estemos viendo... Y entonces, de vez en cuando, salimos de nuestra abstracción y somos conscientes de tener a nuestro servicio a un hombre encantador, capaz de muchas cosas por ti, por tu felicidad. El goce se multiplica, y una tarde cualquiera se convierte en una tarde única.

Sonríes, le miras agradecida y vuelves a embeberte en tu placer.

4 comentarios:

Fernanda dijo...

¡Hola de nuevo, Dama!

Ya he vuelto de las vacaciones, y me he encontrado muchos post que leer... Este último me ha dado la idea de cómo leer los demás, así que procedo ;-)

Besos,
Fernanda.

Anónimo dijo...

Es maravillsos servir asi a una Diosa. Cuando mi Dueña me tiene asi bajo sus pies, mientras ve la tele, habla por telefono, lee una revista... es de las veces que mas sometido a Ella me siento, util y humillado por su indiferencia. Personalmente es uno de mis usos favoritos. Gracias

La dama y su adorador dijo...

Buenas tardes!

Hola Fernanda. Me alegro de que hayas retornado de tus vacaciones, Bienvenida! ;-)

Usuario anónimo, me parece muy legítimo tu enfoque de la dominación femenina, pero me gustaría aclarar que nosotros no la apreciamos como una "humillación", sino como una relación-interacción cómplice en la que el hombre no es un subordinado que se encuentre a un nivel inferior, sino que ocupa un rol de "complacedor" simple y llanamente.
La indiferencia tan sólo es el reflejo de la comodidad que disfruto en ese momento, no por el hecho de querer ignorarle a él.

Saludos y como siempre, gracias por vuestras aportaciones.
Dama.

Anónimo dijo...

Me gusto el enfoque con el que plantean vuestro blog, sobre todo me gusto mas al leer lo que opinaste en contestacion a un sumiso que expreso sobre el tema algo. Me refiero a que corregigieron y expresaron que lo que ustedes practican es la dominacion femenina amorosa y no la sadica! Realmente hay una gran diferencia!!!


Por eso queria comentarte que tenemos un grupo yahoo denominado Power_to_girls, que aborda este particular tipo de liderazgo femenino, el que resulta del florecimiento de nuestras capacidades y no de imponernos con violencia, vejaciones o humillaciones hacia los hombres! Gracias, Eva.