viernes, 6 de junio de 2008

Pasen y lean...

o
TOC, TOC...SOY UNA MUJER A LA QUE LE GUSTA SER DOMINANTE.

Empezaré por la cuestión principal; la sexualidad. Es un término muy complejo, que abarca muchos campos y temas diversos -biológicos y culturales-, por ello, y sin querer extenderme, me centraré en el rasgo del concepto que más me interesa: experimentar con nuestra sexualidad nos produce placer, y el placer nos torna en seres dichosos y felices.

Sin entrar en la evolución histórico-cultural de la sexualidad, me situaré en nuestra época actual, en la cual podemos asegurar que, en términos generales, vivimos nuestra sexualidad de una forma bastante libre.




La libertad en la sexualidad no implica la ausencia de normas, sino todo lo contrario: las normas ayudan a ser libres. Estas normas pueden ser inamovibles, flexibles y/o cambiantes. Los factores que influyen en este hecho, vuelven a ser de carácter cultural, en función de los valores, creencias y experiencias acumuladas de cada persona.

En este punto, vuelvo al preciado tema que me impulsó a empezar con este artículo, y que es el hilo conductor de este blog: la dominación femenina (DF).

DOMINACIÓN FEMENINA; PLACER Y COMPLACER.

La DF es un modo de entender y vivir la sexualidad regido por dos sencillos principios:

- El placer de la mujer es ser complacida por el hombre.

- El placer del hombre es complacer a la mujer.

Ambos principios se complementan e interactúan, se refuerzan y estimulan. A veces, pueden incurrir en contradicciones, paradojas y resultados imprevistos; no importa, esto le da sabor y sustancia al puchero de la intimidad. Y bueno, siempre -repito-, s-i-e-m-p-r-e, es delicioso. Si la mujer recibe y el hombre da, ambos están satisfechos. Y no quiero convencer a nadie, sólo escribir sobre algo que me apasiona. Esto es así; simplemente, funciona muy bien.

La DF es una variante más para experimentar y vivir la sexualidad, y tiene sus propias normas; además, aquí las normas son de vital importancia, ya que, al fin y al cabo, para tomar sentido ha de realizarse en grupo (un grupo esta conformado como mínimo, por dos personas) y toda unión de personas requiere de un consenso en las formas de actuación, para lograr la consecución de los fines de manera agradable. Y en el caso de la DF hablamos de diversión, placer, risas y felicidad…
¡Qué bonito! pero,


¿ESTE BLOG, DE QUÉ VA?

Si echamos un vistazo a internet, observamos que en temática DF hay de todo. Hay blogs basados en la experiencia cotidiana-subjetiva, otros desarrollados con un punto de vista más científico -con tendencia a objetivizar el asunto-, y también están los elaborados por puristas normativos. Finalmente, podemos encontrar los que destacan por su eclecticismo en las normas a la hora de ejecutar los roles y prácticas.

Podría decirse que este blog está encuadrado dentro de la tendencia DF subjetivo-ecléctica (aunque contamos con referencias histórico-bibliográficas que respaldan nuestras prácticas y que nos sirven como reflejo de los gustos sexuales de antaño).

Sin más entretenimiento, pasaré al meollo del asunto…


… DE LA D/s A LA D/a.

Habitualmente, la DF se ha venido considerando una parte del todo llamado D/s, esto es, Dominación/sumisión. La DF se complementaría con la DM (o dominación masculina), donde es el hombre quien lleva el rol dominante.

Bien, ya es hora de cambiar.

Me gusta el término dominación, pero no me gusta el término sumisión. Lógicamente, me gusta ser una mujer dominante, pero no me gusta un hombre sumiso. Soy exigente -aunque muchas veces no lo parezca-, y necesito una persona a mi lado, un hombre a quien admirar y un amante a mis pies. Y los tres han de ser uno sólo. No me conformo con menos: quiero un adorador.

Por ello, practico la D/a, la Dominación/adoración. Yo soy una Dama y tengo un adorador. Las demás, que hagan lo que quieran.


LA DAMA Y EL ADORADOR.

El diccionario de la RAE, en su vigésima edición dice:

dama.

(Del fr. dame, y este del lat. domĭna).

1. f. Mujer noble o distinguida.

Y también dice:

adorador.

(Del lat. adorātor, -ōris).

1. adj. Que adora. U. t. c. s.

¿No es exquisitamente sencillo? Además, dama es una palabra sustantiva, y adorador es un adjetivo, con lo que hasta gramaticalmente cada cual está en su sitio.

Sólo una mujer puede tener la categoría de dama. Somos seres delicados, refinados, llenos de gracia y rebosantes en inteligencia. Pero también somos fuertes, poderosas, decididas y, sobre todo, muy pero que muy exigentes.

A estas conclusiones he llegado, en primer lugar, porque soy dama, y en segundo lugar porque he podido interactuar con otras muchas como yo (”sólo sabe la ladrona las que son como su persona”).

Las damas, como he aclarado, lo somos porque lo llevamos muy dentro, pero también nos caracterizamos como tal, porque tenemos una figura junto a nosotras que realza nuestras características aún más si cabe: el adorador.

No hablo de un “perro” o un “sumiso”, sino de algo mucho más importante. Un adorador no es un pelele, sino nada más y nada menos que un hombre dispuesto a complacer a su dama.
Ha de ser resistente, seguro de sí mismo, eficiente, con iniciativa…Pero además tierno, cuidadoso, considerado, encantador, detallista e innovador.

Sólo unidos estos dos roles, se puede entender el significado de lo que significa e implica para mí la D/a.

¡Tranquilas, mujeres! Es probable que muchas de vosotras no hayáis descubierto la dama que lleváis dentro (no, no intento venderos ningún producto televisivo, esto es algo mucho más relevante) pero debéis saber que todas la tenemos.

Yo no era consciente de mi potencial, hasta que, por casualidad encontré a mi adorador: no es la dama la que siempre elige, sino que muchas veces es el adorador quién te abre los ojos y te hace consciente de tu condición.

¿Interesante, verdad? Pronto seguiremos con lo que he venido en llamar el Décalogo de la Dama.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Amiga, ya me pasaré con mas tiempo a ver tu interesante Blog (ahora llevo un poco de prisa). Pero me permito invitarte a conocer mi blog de videos femdom, mas de 100, y otros (aquí al lado).

lam100.blogspot.com

Un saludo cordial. :)

Anónimo dijo...

Cómo me entrego a la autoridad de mi hermana y mi madre?
Y cómo les explico que quiero obedecer sus órdenes y que me traten como a un esclavo?
Es decir, cómo aplicó la dominación femenina a mi relación con mi madre y hermana?

Anónimo dijo...

Me autoenvié por correo un enlace de una wwb de este tipo y sin querer se lo envié a mi madre. Mientras le hacía un masaje me preguntó por estas cosas que según decía eran "tonterias", pero además de tomárselo con humor dijo que si yo quería, ella podría estar todo el día dándome trabajo en casa.