martes, 17 de junio de 2008

Exhibirse

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A ella le gusta exhibirse.


Desde mi punto de vista, es un juego cómplice y tórrido. Sus encantos no se esconden ni realzan ni maquillan: sencillamente, se muestran.

Ella busca miradas que se claven con inesperado goce en su coño. Es una exposición de arte, donde sus pezones exactos -duros por el placer de ser vistos-, reciben críticas tan elogiosas como sor-prendidas y prendadas.

Desde su punto de vista, es también un juego cómplice y ardiente. Para ella, no tendría sentido exhibirse si yo no sé que lo hace; sería como celebrar una fiesta sin el anfitrión.

Desde el punto de vista de los demás… Bueno, tienen la mejor vista y la mayor suerte, eso es indudable. Eso sí, nada menos y nada más; nunca ha permitido que la toquen. A ella le gusta enseñar, provocar, poner caliente al personal: sentirse deseada y saberse poderosa. Para calmar su sofoco y aliviar su excitación me tiene a mí.

Hay veces que es una obra de teatro: ensayamos antes en casa la mejor postura para que se vea bien, elegimos el vestuario adecuado, inventamos personajes.

Otras, es un juego al revés: ella se viste para mí y se desnuda para los demás. Cualquier desconocido afortunado puede contemplar su sexo o sus pechos, mientras a mí me está vedada su visión. Cuando llegamos a casa, una venda de raso sigue prohibiendo a mis ojos lo que su capricho permite a mi lengua, que se entrega a satisfacerla.

Ella llega, y puede que entonces me permita correrme, siempre de rodillas, siempre dándole las gracias. Doble sensación de poder; cualquiera se recrea con sus tetas atrevidas, con su coño generoso. Yo, en cambio, me masturbo con su pie, su hombro o –cuando está generosa-, con sus muslos. Gracias, dama, mil gracias.

A ella le gusta exhibirse. A mí me encanta que lo haga.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,

Hacía tiempo que buscaba un blog así, que tratara la Df de un modo tan natural.

Seguiré visitándolo. Gracias por compartir vuestra intimidad.

Ester.

Fernanda dijo...

Hola, a mi tb me da mucho morbo eso de exhibirme pero nunca me he atrevido, incluso mi pareja me lo pide y me dice que lo haga pero lo veo muy arriesgado, si eso lo he hecho alguna vez en top less en la playa pero nada más.

Anónimo dijo...

Siempre he dudado como actuar en situaciones de este tipo. El otro día, por poner un ejemplo, fui a comprar a unos grandes, había una chica agachada cogiendo una cosa de las estanterías de abajo, se le veía la parte trasera del tanga, negro por cierto, la vi de refilón, luego le esquivaba la mirada, me daba vergüenza que me pillara mirándole su ropa interior, pero en esos casos ¿a la mujer le agrada que haya un hombre fijándose en esa prenda íntima suya?, sin quedarse embobado por supuesto. Aunque ls respuesta que me deis sea si, creo que seguiré evitando mirar en situaciones parecidas, me daría mucha vergüenza crizar mi mirada con ella si me pillara mirándole su tanga´.

La dama y su adorador dijo...

Hola juan (pepa):

Pues sin duda alguna, como en tantos otros temas, existen actitudes y gente para todos los gustos.
Habrá mujeres que lo harán a drede, y a mujeres que se les verá de manera involuntaria; como por ejemplo al agacharse en un supermercado.
En cualquier caso, la exhibición en este texto, está planteada de manera sutil; nunca sabrás si se hace premeditadamente o si se trata de una casualidad: eso tan sólo lo sabe la mujer que enseña.
Mira y disfruta así de simple. Normalmente la gracia de la exhibición radica en esos interrogantes; y en el hecho de que el espectáculo finalice en el momento en que la mujer se va sin más.

Fernan1000:

Si no deseas practicarlo, no lo hagas; pero si te da curiosidad, hablalo mucho con tu pareja, poner unas normas de comportamiento y actuación, y que él siempre esté a tu lado. Puede resultaros una experiencia muy divertida.

Saludos y gracias a los tres por participar.