sábado, 16 de agosto de 2008

Pewnie

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INGREDIENTES:
- Una tableta de chocolate negro especial para repostería (utilizar onzas al gusto).
- Azúcar (al gusto, por si se desea endulzar más).
- Helado de vainilla (al gusto una vez más).
- Un adorador desnudísimo y dispuesto a complacernos.

PREPARACIÓN:
1. Derretimos el chocolate al baño maría.
2. Nuestro adorador ha de tumbarse encima de la cama: desnudo, con el sexo completamente depilado y con una toalla debajo para no manchar las sábanas.
3. Dejaremos que el chocolate se enfríe un poco (no demasiado).
4. Verteremos el chocolate sobre el sexo, dejando que el líquido manjar se amolde a las formas específicas e inigualables de “nuestro sexo”.
5. Lo dejaremos enfriar, ahora sí, el tiempo que nos plazca hasta que se solidifique el chocolate (podemos acelerar el proceso abanicando, soplando o produciendo aire con algún utensilio).
6. Colocaremos dos bolas de helado de vainilla en los testículos, aunque, si os gusta mucho el helado, podéis recubrirlo entero de helado (esto también puede ayudar a enfriar el chocolate).

SUGERENCIAS:
Podéis completar con sirope de caramelo o de chocolate (no sólo en el sexo ;-)
También es divertido observar las reacciones del adorador durante la preparación del pewnie, no os las perdáis.
¡El chocolate negro no engorda y está lleno de beneficiosas propiedades para el organismo (mínimo un 70% de cacao)... el pene y los testículos ¡también!

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy lindo este blog, y con ideas maravillosas; habla de sexo y habla bonito.

Reciban por favor mi saludo y enhorabuena.

Aly.

Fernanda dijo...

Mmm, delicioso!!!

Pues yo creo que tambien sería buena idea que cuando esté hecho el chocolate derramar un poco por el vientre y el pecho, así él nos va diciendo cómo está de temperatura... si no, ¿cómo vamos a saberlo? jejeje

Bs,
Fernanda.

Anónimo dijo...

Yo estoy de acuerdo con Fernanda, a los tíos les va la caña y les encanta demostrarnos lo resistentes que son. Y a mí me divierte y me excita que lo hagan.
Además pienso que ya es hora de que las mujeres nos decidamos de una vez a buscar nuestro placer, ya que muchos hombres quieren que así sea, pues porqué no hacerles caso.
También me gusta eso de que el hombre esté depilado, lo cual no quiere decir que a mi me guste depilarme, es más, lo detesto, y me encanta que haya sitios donde pueda decir mi verdad": que se depilen ellos y nosotras no.

Saludos, Silvie.

Fernanda dijo...

Hola, Slvie

¡Tienes toda la razón! Siempre hemos sido nosotras las que nos hemos sacrificado para estar más monas y más dispuestas a complacerles. Ahora, las cosas están cambiando.

En un principio, pensaba que los hombres empezaban a ser conscientes de que nosotras somos quienes decidimos y se tienen que esforzar en estar atractivos y en desearnos tal y como somos; esto, que no deja de ser cierto, lo he complementado con el descubrimiento de que ellos les encanta que las cosas sean así, ya son muchos hombres los que ansían servir a una mujer como se merece, anteponiendo el placer de ella, al suyo, hasta el punto de que su placer se convierte en dar placer a la mujer. (huy, qué lío) ;-)

A mí al principio también me costaba aceptar esto, ¡nos han educado para lo contrario! pero una vez asumido, cada día engancha más y lo mejor es que mi chico también está más contento. Ahora veo que mi verdadera naturaleza es ser adorada, sin por ello dejar de quererlo como pareja, claro está (incluso lo quiero más porque me permite expresarme como soy).

Respecto a lo que dices de la depilación, yo voy un poco más allá, y me hace mucha ilusión una sociedad donde la norma general fuera que el hombre se depilase el sexo y la mujer no (las piernas a mi es que me gusta tenerlas depiladas), y eso fuera un reflejo de nuestro poder sobre ellos... aparte de un gustazo, porque no veas cómo duele.

Bs.,
Fernanda.

Anónimo dijo...

Gracias, Fernanda, por tu contestación. Pues yo ni piernas ni axilas ni nada, si por mi fuera, me haría trencitas.
En cambio, reconozco que me pone un tío depilado, en especial el pecho, el sexo y el culo (el resto me da igual) y creo que tengo todo el derecho del mundo a que sea así y que quien quiera estar conmigo tendrá que asumirlo. Las reglas han cambiado, y yo me pienso aprovechar de ello al máximo. Os recomiendo lo mismo, chicas ¡si ellos están encantados!

Saludos, Silvie.

Anónimo dijo...

Ya he dicho varias veces lo mucho que me gusta este blog, es muy imaginativo, y viendo lo que se os ocurre para escribir, no se lo que daría por saber lo que se os ocurre para practicar y que no contais.
Dice silvie que las reglas han cambiado, pero yo creo que están cambiando aún, a mi no me importaria llevar mi sexo depilado de forma habitual, no sería para mi una carga, seria al revés, un placer poder ofrecerle a mi mujer mi sexo bien despejado, pero a ella no le gusta.
Y por último un ruego, o una suplica. No me importaría ser bañado en chocolate y ver a mi mujer disfrutando comiendoselo, aunque implique tener los testículos fresquitos, o muy fresquitos, sería soportable ante el placer de verla siendo feliz. Pero a los hombres que nos gusta el chocolate y nuestra mujer, ¿no habría una forma de poder compaginarlo también, sin necesidad de helado, claro, ni de que el chocolate esté caliente? no sé, un par de magdalenas recubiertas de chocolate, a ella quiza le guste ver como su adorador le adora sus 2 preciosos senos a la vez que lame chocolate poco a poco.

La dama y su adorador dijo...

Aly:

Muchas gracias por tu felicitación y esperamos "verte" más a menudo por aquí ;-).

Silvie y Fernanda:

Comparto vuestras impresiones con respecto al tema de la depilación. De hecho, tengo pensado dedicarle una entrada.
Por otro lado, me parece genial que tengáis tan clara vuestra condición de dama; y que estéis dispuestas a exigir lo máximo sin conformaros con menos :-D

Juan López:

Cada pareja juega como quiere y pone sus normas.
En mi caso, se hace lo que yo deseo y eso es lo que le gusta a mi adorador.
¿Adorarme los pechos como si fueran madalenas? Si me apetece y me agrada la idea, estupendo...si no, pues no ;-)
Se trata de que él disfrute con la satisfacción de mis deseos, no de cumplir sus preferencias o fantasías.
Pero insisto en que la dominación no deja de ser un juego que cada persona hace suyo a su manera...¡nosotros sólo ofrecemos sugerencias!

Saludos a todos.

Anónimo dijo...

Hola, Dama, gracias por los saludos.

"Se trata de que él disfrute con la satisfacción de mis deseos, no de cumplir sus preferencias o fantasías.", estoy al cien por cien con esa frase.
Amigo Juan, si a tu mujer no le gusta tu sexo depilado no deberías de planteártelo. Cada mujer es distinta y tiene deseos distintos, y vosotros tenéis que acatarlos y hacerlos realidad. Ciertamente, para tí todavía las reglas no han cambiado, tienes que interiorizarlas más. El caso es: la mujer decides y tú la complaces ¡No es tan difícil, Juan!
Dama, me encanta como escribes (tu chico también lo hace muy bien), no me extrañaría que fuerais una pareja de periodistas, guionistas o escritores, llevais la palabra en la sangre.

Saludos, Silvie.

Anónimo dijo...

Hola Silvie, es cierto que cada mujer es distinta y tiene deseos distintos. Sólo me ofrecí a mi mujer para depilarme, viendo que es un gusto de muchas mujeres, por si a ella le gustaba también, pero como me dijo que no, pues no se ha hecho, ni le he vuelto a insistir más.
Al no partir el deseo de dominación femenina de ella, y ser yo el que quiero introducirla poco a poco, y además no ser capaz de hacerlo bien, puede parecer que busco mis deseos, que seguramente si, pero en el fondo lo hago con la intención de agradarla a ella. Y como no me domina, de momento intento ser más sumiso acatando sus deseos y opiniones sobre cuestiones del día a día, intentando hacerme cargo de más tareas de la casa...pero no deja de ser algo ficticio, la verdadera dominación femenina es cuando parte de la mujer la idea, y el hombre es cuando va amoldandose a sus deseos; cuando es el hombre el que lo intenta iniciar y ella no está muy por la labor el camino es más largo y con más baches.

Anónimo dijo...

¿"la verdadera dominación femenina es cuando parte de la mujer la idea"? Quizás dentro de unos años sea así, pero hoy por hoy, al menos en mi caso y el de más amigas mías, ha sido justamente al revés, es el hombre quien la ha propuesto.
Y yo de hecho prefiero que sea así, me encanta la idea de que un hombre voluntariamente se ponga a mis pies. Si se lo digo yo, ¿qué gracia tiene? Me suena a obligación, y yo quiero que él esté deseándolo, si no, paso.
Claro está que hay que saber decirlo, cada mujer es distinta, y las hay que requieren su tiempo y su forma.
Y es que muchas veces pensáis los tíos que esto es coser y cantar, y una de las primeras cosas que teneis que aprender es paciencia y saber esperar. La otra es que son los deseos de la mujer, no los tuyos, los que mandan. Partiendo de ahí, todo va saliendo.

Saludos, Silvie.